Popularmente se considera que el mejor trabajo del economista es el de predecir el pasado. Eso sí, a veces alguna predicción acierta y, como si de un ritual se tratase, comienza a considerarse que ese economista, que averiguó el futuro de alguna forma extraña, merece ser el gurú de todos nosotros. La cuestión es, ¿por qué sucede esto?
|
etiquetas: economía , agarzón , economistas