La expectación generada por la reunión del G-20 ha puesto de relieve el grado de ingenuidad con el que la población mundial confía mayoritariamente en sus dirigentes. Éstos les han sabido corresponder con una gran operación de propaganda fértil que, seguramente, va a contribuir de manera decisiva a que se cebe la bomba de la recuperación económica. La creación de una nueva arquitectura financiera internacional tiene la fuerza relativa de lo manido reformulado.
|
etiquetas: gobierno , mundial