Según Dr. Bettina Pause de la universidad de Dusseldorf. En el experimento, pusieron 49 almohadillas absorbentes en las axilas de estudiantes a punto de examinarse oralmente y otras tantas durante el mismo examen. Otro grupo de estudiantes olió entonces las muestras de sudor del experimento. Si bien no percibieron una diferencia olfativa entre los dos tipos de sudores el sudor del pre-examen tuvo un efecto diferente sobre la actividad cerebral de los estudiantes que lo olieron, activando las áreas que procesan las señales sociales y emotivas.