De todos es conocido los problemas de conducir hablando con el móvil en la mano, pero un estudio muestra que con un manos libres el riesgo persiste
"El problema está en el cerebro, no en la mano conduciendo". Los experimentos con simuladores y los estudios basados en datos reales demuestran que ir hablando por el móvil aumenta el riesgo de accidente en 4. Al parecer, hablar por el móvil genera imágenes mentales que interfieren en los procesos cognitivos asociados a la conducción. (sigue en
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