Este funeral no fue televisado, no convoco la aclamación de las multitudes de la izquierda latinoamericana, no convoco a las cadenas televisivas del mundo, ni a presidentes y jefes de Estado. Este funeral, fue un funeral de abajo, de los que luchan y mueren en el anonimato, entre susurros que no olvidan, y que no perdonan, asesinados por los dueños del dinero que son protegidos por el poder aunque se diga “revolucionario”
|
etiquetas: venezuela , actualidad , sucesos