[c&p] P.J.P. acudió al hospital Montepríncipe de Madrid a hacerse una prueba diagnóstica y salió de allí con una prótesis cardíaca, que le implantaron sin comunicárselo y sin pedirle autorización, y una cuenta que ascendía a 8.019 euros. Su aseguradora no quiso saber nada del asunto porque sólo había autorizado el cateterismo y el paciente recurrió a los tribunales porque no consideraba que tuviera que hacerse cargo de semejante factura. Los jueces le han dado la razón.