El Papa criticó con aspereza a los devotos de "la diosa comisiones ilegales" que despliegan una doble moral, y que mientras por un lado roban al Estado y a los más desfavorecidos por el otro se hacen cruces y ofrecen donaciones a la Iglesia. "No a la doble vida de los benefactores de la Iglesia que roban al Estado", ha sentenciado el Pontífice, declarando que esas personas muestran una "podredumbre barnizada".