(C&P) Cuando en una posterior reunión con los ex jesuitas Dan y Kevin se me ocurrió mencionar que tenía la extraña impresión de haber estado con unos niños más felices de lo normal, los dos, con gran efecto dramático, me descubrieron el "secreto": ¡Es porque son muy queridos! Ninguno de estos niños llega por accidente. Todos son intensamente deseados, y sus padres y madres tienen que librar batallas legales y hacer todo tipo de sacrificios para poder tenerlos.
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