En una ciudad imaginaria existe una ley que dictamina que todos los hombres deben estar afeitados. En ese caso, cada hombre solo tiene dos opciones disponibles entre las que debe elegir obligatoriamente: o se afeita a sí mismo o tiene que visitar al barbero para que este lo afeite. Teniendo en cuenta que solo hay un barbero en la ciudad, su negocio va realmente bien. Ahora bien, el barbero también es un hombre y, por tanto, para cumplir la ley, debe afeitarse. ¿Quién lo hará?
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