El Partido Pirata y su partido “hermano” en Cataluña, Pirates de Catalunya, afrontan las elecciones locales del 22 de mayo con la esperanza de conseguir el primer concejal pirata pero sobre todo quieren hacer oír su voz y ser reconocidos cada día por más ciudadanos como movimiento de activistas en defensa de la red y los principios que sustentan la gran “rebelión cívica” global en defensa de la democracia, ahora limitada por los intereses del oligopolio cultural, mediático, político y financiero.