Es prácticamente imposible que nunca te haya sucedido. Ya sabes, te quedas dormido en una posición poco decorosa y apoyado sobre tu brazo y de repente, al despertar sientes un hormigueo, una extraña sensación que te hace pensar que, mágicamente, ¡te has quedado sin brazo! ¡Ay no, seguro esta vez me lo amputan!No no, en serio.
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