Dios nos libre de semejante concepto… bueno, pero… ¿acaso tal cosa sucede en la naturaleza? El ratón marsupial australiano entra en un estado tal de frenesí al encontrar a su pareja, que muere después de perder su virginidad; la mantis religiosa y la araña viuda negra asesinan a los machos justo después del apareamiento. No creo que en un mundo así, los hombres se tomaran la molestia de apresurar el encuentro sexual, a sabiendas del destino que les espera.
|
etiquetas: apareamiento , comer , morir , hombre