Existen por doquier, aparecen mencionados fugazmente aquí y allá, casi todas las ciudades o pueblos han contado con uno. Su recuerdo apenas logra mantenerse en la memoria de algún anciano, por lo general en forma de burla graciosa o en amarillentos recortes de prensa. Pero ahí están, siguen existiendo, aunque su destino seguirá siendo tan oscuro como siempre lo ha sido. Me estoy refiriendo a ese entrañable tipo de inventores que nunca llegaron a encontrar fama y fortuna...
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