La única solución legítima para Bankia y para cualquier otro banco en dificultades es una quiebra ordenada y bien gestionada, sin aportación de dinero de los contribuyentes ni endeudamiento público, de manera que los acreedores de la entidad se hagan con el control de la misma y tomen las decisiones que corresponda, como sucede en cualquier empresa. Declara Juan Pina, presidente del P-Lib.