Está casi fuera de discusión que el Movimiento por los derechos civiles, el feminismo liberal de la segunda ola y el Orgullo Gay fueron proyectos liberales, tanto en el amplio sentido filosófico como en el más estrecho sentido que surge de dentro de la política contemporánea. Sin embargo, es común que para quienes nos consideramos liberales en uno u otro sentido, o en ambos, se nos diga que debemos desaprobar estos grandes éxitos liberales. Esto es lo que ocurre cuando criticamos las políticas de identidad (...)
|
etiquetas: derechos civiles , identidad , política , opinión , liberalismo