Leer sobre leer, qué enfermiza redundancia. Y qué sinsentido leer lo que opina acerca de leer un señor a quien no hemos leído nunca, a quien es imposible leer en español. Todo ello es cierto, y a pesar de todo este libro es un disfrute para los inquietos redundantes de la lectura, entre quienes, por supuesto, y a mucha honra, me cuento.
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