Hace algo más de dos años, una gominola costaba 10 céntimos, lo mismo que una barrita de regaliz o un caramelo de menta grande. Zapatero, de golpe, la subió 0'17 céntimos. Sin discriminar en absoluto si el niño que la consumía era de clase alta, de clase media o de clase baja. Rajoy en aquel momento lo denunció enfáticamente. Inspirado por un niño-militante de unos ocho años que había asistido a uno de sus mítines, reprochó al Gobierno la salvaje injusticia social que aquella subida de las chuches iba a tener en el bienestar de los españoles.
|
etiquetas: rajoy , crisis , recortes , oposición