El primer presupuesto de la era Obama prevé una gran redistribución de la riqueza, según informa el diario The New York Times. El presidente de Estados Unidos utilizará los impuestos de los más ricos para financiar la ambiciosa reforma sanitaria que su Ejecutivo pretende llevar a cabo este mismo año, mientras que para alcanzar un plan de energías renovables subirá los impuestos a las empresas más contaminantes.