Burkina Faso no es una país frecuentado por los turistas, pero en la base de una colina con vistas a los alrededores de la sabana de África Occidental se encuentra un pueblo extraordinario. Tiébélé se mantiene muy aislado y cerrado a los extranjeros, sobre todo para asegurar la conservación y la integridad de sus estructuras y proteger las tradiciones locales. Existe interés en el desarrollo del lugar como destino de turismo cultural para generar recursos económicos para la conservación, pero es un proceso delicado.Fotografías de Rita Willaert.
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