Hace años todo el mundo debía migrar para Madrid para encontrar los primeros puestos de trabajo, ya que, aún existiendo pymes, no generaban todo el trabajo suficiente para recién licenciados/diplomados. Yo entré en el boom de las matriculaciones de Ingeniería Informática en la Escuela Politécnica de Cáceres, recuerdo que los primeros meses de clase estábamos apelotonados en clase como sardinas, me encontré incluso, con gente sin vocación pero que se había matriculado porque “tenía salidas” y otros que sí se habían matriculado por pura vocación.