Desde el intento de retirada de “las planchas” de la revista El Jueves por parte del juez Del Olmo pasando por la marea de críticas abiertas y desencajadas a la SGAE o los cientos de cese y desista enviados por la legión de abogados de Ramoncín ya deberían saber, que en la red nunca se puede secuestrar del todo una opinión y que Bárbara siempre se se encargará de hacer el resto del trabajo.
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