Sólo hay una pregunta más difícil de contestar que la de Para qué sirve un Rey, y es la de Para qué sirve el Senado. Otra pregúnta incómoda: ¿aceptaríamos por rey a un minusválido físico aunque mental e intelectualmente sea válido y funcional? Nacer sordomudo retiró de la línea sucesoria (si procede hablar de sucesión cuando no hay monarquía) al “vice-primogénito” de Alfonso XIII. Era un Borbón incómodo.