Las refinerías de oro de Suiza están trabajando al límite de su capacidad de producción para cubrir la demanda que no para de crecer, por el interés de los inversores de salvaguardar su riqueza. Los empleados de Argor-Heraeus, una compañía de la ciudad de Mendrisio están haciendo horas extras para poder producir más barras de oro para vender a la gente que está dando la espalda a los mercados financieros. "Nunca había visto nada parecido a esto en toda mi carrera" ha dicho Erhard Oberle, el jefe de la compañía durante 20 años. [ENG]
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