Rinzewind reflexiona sobre como la falta de rigor, especialmente al recoger ejemplos de conspiranoia varia - 11-M, HAARP, etc...-, puede hacer perder credibilidad a un medio de comunicación que, por lo demás, ofrece en otras ocasiones informaciones de sumo interés y que, frecuentemente, son soslayadas por los medios de comunicación de masas. Al final, se cuestiona - irónicamente- si eso no será el resultado también de una conspiración gubernamental.