Oleg Kirichek, líder de un grupo de investigación en aceleración de partículas, tuvo una desagradable sorpresa la semana pasada. Uno de sus experimentos clave, diseñado para probar la estructura de la materia, tuvo que ser cancelado porque se quedaron sin helio. El gas, usado para enfriar átomos a unos -270ºC para reducir sus vibraciones y poder estudiarlos mejor, así como en escáners médicos y otros dispositivos avanzados, se está volviendo preocupantemente escaso porque estamos desperdiciando nuestras reservas inflando globos.
|
etiquetas: láser , acelerador de partículas , medicina