En el caso de Botín, no se tienen en cuenta sus propiedades: el palacio cántabro que la familia destinó a Fundación; los chalés de lujo en Madrid; las fincas en Cantabria, Ciudad Real y Jaén; los jets privados; la valiosísima pinacoteca (Greco, Zurbarán, Goya…); las joyas, etc. Tampoco se toman en consideración las inversiones en bolsa de los ricos
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