¿Qué es lo que ocurre cuando un aficionado al cómic acude a un salón que está, presuntamente, dedicado a un medio a una industria, y que se está publicitando como otra cosa y que, en realidad, poco tiene que ver con el cómic? El visitante se encontró con robots industriales (que dibujaban, vale), con una zona de videojuegos y grandes stands dedicados a producciones cinematográficas. Vale, perfecto. Uno puede pensar que está en una convención tipo San Diego y se alegra.
|
etiquetas: saló del cómic , barcelona