Ayer. Las famosas anchoas del Cantábrico, de Santoña y de otros muchos pueblos de aquellas abruptas costas, de momento siguen sin poderse pescar: la pesca abusiva casi ha acabado con ellas. Hace ya veinte años, algunos pescadores decían que los mejores besugos de Cantábrico eran los que se pescaban en aguas del Estrecho (de Gibraltar); ya entonces se quejaban de su escasez. Aunque se siguen pescando, son cada día más escasos. Desde hace más de quince, el bacalao atlántico de las frías aguas de Canadá, antes tan presente en nuestras mesas...
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