El scanner instalado en la Cárcel de Devoto , y en 14 prisiones más, para requisar a los familiares emite rayos que desarticulan las células humanas y luego se rearman con otro ordenamiento generador de un sinnúmero de enfermedades, entre ellas el cáncer. La Comunidad Económica Europea y algunos estados de Estados Unidos prohibieron su uso. Pero en un fabuloso negociado que involucra al Poder Ejecutivo y al Servicio Penitenciario Federal -así fue denunciado por los compas-, se proyectan la compra de cien más de estos.
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