Los exámenes para acceder a la universidad deberían comenzar ese mismo martes, pero el paro convocado por los sindicatos hace temer problemas a los miles de estudiantes de segundo de bachillerato que se presentan a las pruebas. La falta de transporte público y de profesores examinadores, así como el propio acceso a las aulas donde se realizan las pruebas –los bedeles se podrían sumar a la huelga– son algunos de ellos.