Si un político, ex presidente de gobierno, acude a un lugar en conflicto con un país extranjero para lanzar una soflama de propaganda electoral…Si un político, antiguo representante de los electores, cobrando sueldo de los impuestos ciudadanos, se niega a responder preguntas de la prensa…Si, a pesar de todo, los medios reproducen las declaraciones unilaterales y unidireccionales que quiera decir, sin derecho a la menor aclaración o réplica…¿Podemos seguir llamando a esta labor periodismo? ¿No se parece más a la misión de las oficinas de prensa?
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