El verdadero hito evolutivo del topo de nariz estrellada (Condylura cristata) es su nariz, que tiene un aire a una anémona rosada… aunque en verdad es una “mano” con 22 dedos sin poder de sujeción. Su nariz es tan sensible que tiene una densidad de terminaciones nerviosas muy superior a la del clítoris femenino. No en vano, para oler, el topo usa una capacidad cerebral similar a la que otros mamíferos usan para ver. Es decir, que en realidad, la “mano” es un “ojo”.
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