Aprendió a nadar ya entrada en años, hace medio siglo, cuando soplaba ya 46 velas, y desde hace quince no se ha perdido ni una sola competición de las tres que hay cada año. "Yo quiero nadar porque estoy estupendamente. Además, soy muy sudona y el agüita me revitaliza". Hasta hace 10 años, compaginaba la natación con el senderismo, pero una lesión le obligó a centrarse en el agua. "Hacía rutas de 25 kilómetros, pero ahora el nadar lo hago mejor que el caminar. Sólo me fío de mis piernas cuando estoy en el agua". Yo de mayor....quiero ser asi!
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