Todo ocurrió a principios de semana. Marcaron el número del joven. Estaba encendido. Tras varios tonos, contestó una voz de hombre. Era él. Los agentes consiguieron hacerle creer que la víctima quería recuperar el móvil a toda costa para no perder los números de teléfono de la agenda, y que estaba dispuesto a pagar por el terminal.
|
etiquetas: ladrón , sorpresa