“El Rey del Rock ‘n Roll” se fue convirtiendo en todo un excéntrico con el paso de los años, pero si una cosa quedó siempre clara fue una gran afición por el automóvil. En sus inicios fue el orgulloso propietario de un BMW 507, que adquirió en Alemania durante el servicio militar que hubo de cumplir, aún siendo ya muy famoso. El deportivo bávaro no fue el primer coche de Elvis Presley, antes ya disfrutó de maravillas como el Cadillac Series 75 Fleetwood limusina que se pone a subasta por Bonham’s.