Los hechos tuvieron lugar el 26 de enero de 2007, cuando cuatro encapuchados asaltaron la casa del agricultor y pegaron a su hijo, que estaba con su novia en el piso de abajo. El dueño de la vivienda, aficionado al tiro olímpico, oyó ruido, cogió su pistola y disparó a dos de los tres asaltantes porque estaban empezando a atar a su hijo.
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