La capacidad de transportar a una persona o a un objeto de un lugar a otro sería sin lugar a dudas una tecnología capaz de cambiar el curso de nuestra civilización. Ya se han conseguido teletransportar átomos reales y objetos macroscópicos y los físicos confían que en los próximos años se pueda realizar el teletransporte de objetos más complejos, como moléculas o incluso algún virus. No existe ninguna limitación física natural que impida teletransportar a una persona real, aunque los problemas técnicos a superar son gigantescos.