“En campaña todos prometen mucho pero a la hora de la verdad, cuando más apurada estás, te sientes muy sola”.Es lo primero que me dice Francisca Calderón Rodríguez la tarde que hablamos por teléfono.Un día después,en su casa,una casa humilde,muy limpia y ordenada,la amargura se ha suavizado,no así el miedo que tiene de que “le quiten a sus hijos”.“Lo quieres y piensas que va a cambiar pero eso no cambia nunca”,pese a todo,él iba trabajando y traía dinero a casa.Y eso sí que te digo,antes de que me quiten a mis hijos prefiero que me peguen"
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