Se considera que Gadafi era un dictador por el hecho de que en Libia no existe esa farsa que aquí llamamos "elecciones generales". La dificultad de comprender a la sociedad libia por parte del observador occidental moderno radica en que en nuestra sociedad hemos hiperdesarrollado tanto el concepto de Estado, que prácticamente no concibe la existencia de formas de representación aestatal, como las que existen en Libia.