Jesús no dijo: Aquí tenéis a una pecadora pública, una prostituta enfangada para siempre en el vicio. Jesús no dijo: No hay nada en este chico, ni aquél no sirve para nada. El tampoco habría dicho: Este es un progresista, uno de izquierdas, un facha, un descreido, un carca, un comunista. Tampoco dijo: No quiero a los maricones conmigo, ni las lesbianas. Para Él nosotros, seamos como seamos y hagamos lo que hagamos, somos siempre queridos por Dios.
|
etiquetas: homosexualidad , tolerancia , cristianismo