Hay dos grandes estrategias militares para derrotar al ejército enemigo: aplastarle por la presión demográfica en el campo de batalla, el estilo chino, o provocar la hilaridad del enemigo con un uniforme sandunguero y aprovechar las carcajadas para atacar, lo que vendría a ser la táctica Braveheart. A continuación, algunos de los uniformes más involuntariamente divertidos de las fuerzas armadas del orbe (visto en
bit.ly/qpj235):