Los 366,5 kilómetros del ferrocarril Santander-Mediterráneo entre Calatayud y Dosante se construyeron en apenas seis años y, sin embargo, veinte años de obras no bastaron para concluir los 63 kilómetros que faltaban para que el tren llegara a Santander. En diciembre de 1945 los trabajos se concentraban en el infernal tramo de La Engaña. Según el ilusorio plazo inicial de 52 meses, el túnel que cruzaba la Cordillera Cantábrica tendría que haber estado casi acabado para entonces, pero apenas se habían dado los primeros pasos.
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