Cuando la Transición, en el resto de España se produjo la democratización de las fiestas, que dejaron de ser los festejos encorsetados del franquismo y tendieron a convertirse en espacios de expresión popular. En el País Vasco no. Al diseño dictatorial de las fiestas sucedió su captación por la que luego se llamó 'izquierda abertzale', con sus esquemas simplistas, identitarios, sectarios y agresivos. Todo lo contrario a la libertad cultural, a la pluralidad. Nuestras fiestas no se democratizaron. Se batasunizaron.