Tres locales del casco antiguo de Palma han tomado conciencia de que el ruido nocturno puede ser un grave problema para la convivencia con los vecinos. La original solución que se les ha ocurrido a los propietarios de los tres locales es contratar a una mimo para que utilice sus dotes artísticas con un buen fin. "Los vecinos están muy agradecidos, parece que está funcionando, gracias a que la gente colabora y me hace caso", cuenta la mimo. La primera impresión es de "sorpresa y risas". La mayoría "se porta bien" (...)
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