A Iván, un chico más bien flaco de 22 años que aspira a ser electricista, "se le fue la olla". Sólo así se explica lo que hizo, sentencia el director del instituto público donde, hace una semana, el joven se presentó armado con pistola y fusil, disfrazado de militar y con el rostro cubierto por un pasamontañas. "La imagen del tío era espectacular. ¡Parecía Rambo! No sé qué demonios le pasó por la cabeza. Pretendía exhibirse delante de las chicas", explicó a este diario el director del IES Milà i Fontanals de Igualada, Juan Manuel Linares.
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