La paradoja de la oposición entre ideología y ciencia, expresada por Manheim parte del hecho irreducible de aplicar el concepto de ideología hasta el punto de abarcar hasta la ideología misma que la afirma. Dice Manheim que el punto de vista del espectador absoluto (el científico), del espectador impasible e independiente (mente casta) frente a la realidad que estudia es imposible.