Existen algunas acciones que por encontrarse en sectores cíclicos, por la fortaleza histórica de sus cuentas o por contar con un elevado volumen de acciones se pueden considerar apuestas seguras. Se trata de los llamados valores refugio, que además no siempre tienen por qué ser títulos de empresas (el oro es el clásico valor refugio, de ahí su subida durante la crisis). En principio un valor refugio está menos abierto a fuertes variaciones en su cotización.