¿Se acuerdan? Vanesa y Susana no se dieron por vencidas. No sólo insistieron sino que denunciaron al juez por dilación maliciosa. Ya han ganado una batalla: otro juez ha concedido a Vanesa la adopción solicitada. Queda otra: conseguir que ningún ciudadano se tenga que someter a las humillaciones, insultos, retrasos maliciosos y abusos de autoridad de Ferrín Calamita. Son dos ciudadanas de a pie que ni se acobardaron ni se resignaron. Al contrario, optaron por luchar con tenacidad por el reconocimiento de sus derechos civiles y lo han conseguido
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