En junio de 2006, Ali al Duleimi se dirigió a la oficina del Ministerio del Interior del barrio de Al Qahira, al norte de Bagdad, para obtener un pasaporte que le permitiera escapar de la guerra civil. Una semana antes, su hermano Falah había sido asesinado de un tiro en la cabeza por miembros del Ejército del Mehdi, la milicia adepta al clérigo chií Muqtada al Sadr, y deseaba poner a su mujer y tres hijos a salvo. Cuando el joven suní salió del edificio, apenas tuvo tiempo de llegar a su coche.
|
etiquetas: bagdag , guerra , venganza