En la residencia Bertran Oriola, en el barrio de la Barceloneta, el reguero de muertes empezaron el 6 de abril de 2020. A finales de mayo se contaban 42 fallecimientos de residentes. Una de ellas, la madre de Enriqueta López. "Mi madre murió porque se atragantó con la comida: otros murieron llagados".
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